martes, 16 de enero de 2018

Mirando de frente

La muerte siempre toca nuestras puertas. Cercana, pero aún no tanto, se presenta cotidianamente en la vida y no nos abandona. Sigue a nuestro lado enseñándonos, recordándonos y sacando lo mejor, a hoy, de nosotrxs.
Nos enseña constantemente que debemos honrar la vida.
Nos recuerda que llegará el día en que deberemos dar cuenta de las tozudeces suplicando, aún más, la misericordia.
Enseñándonos que tengamos paciencia que todo se verá en realidad, algún día, tal como ES (aún nosotrxs mismos).
Sacándonos lo mejor y haciéndonos concienzudamente responsable de nuestra vida
He cogido esta foto de un cuadro de Ramón Margareto (RAÍCES) para ilustrar esta entrada. Como le dije en la inauguración de su exposición, habría que darle la vuelta.
NUESTRAS RAÍCES ESTÁN EN EL CIELO.
Algún día lo comprenderemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario