lunes, 3 de septiembre de 2018

Un poco de Jodorowsky

 Eres un ser deseado. Estás aquí porque el Universo solo quiso.
Siente que eres libre de ser lo que eres, no permitas que nada ni nadie te etiquete, ni te imponga guiones que no se corresponden con tu autenticidad.
Cada ancestro de tu árbol es un don que hay dentro de ti para ser usado a tu favor y al de todo el Universo.
Aprende a no pedir amor, simplemente ama.
Cree en los pequeños milagros de cada día y atiende a las coincidencias, en ellas hay mensajes ocultos que te guían en el correcto camino.
Cada día, haz un acto generoso con alguien cercano.
Si en tu árbol genealógico hubo traumas, sánalos actuando.
Déjate guiar por tu cuerpo, es sabio. Él te alertará de las situaciones de las que debas alejarte, sintiendo tensión y malestar. También te dirá cuando estás alineado con lo que eres, sintiendo relajación y bienestar.
No contamines tu cuerpo con tóxicos o una mala alimentación.
En cuanto puedas, sé independiente. Trabaja utilizando tu creatividad y hazte adulto.
Escribe un poema cada día.
Busca y provoca situaciones que te hagan reír.
Tiende a compartir, a colaborar a ser solidario.
Cuando tengas problemas, puedes analizarlos, puedes hablarlos, pero ten por seguro que hasta que no actúes no se producirá la transformación.
Siente GRATITUD por todo lo que te regala el Universo.
Recuerda que nada en este plano de existencia perece, sino que se transforma.
Lee, estudia, conoce… experimenta por ti mismo.
No te apegues a nada material. No consumas lo que no necesitas.
Tampoco te apegues a ninguna creencia. Lo mismo que tu cuerpo se renueva constantemente, también lo deben hacer las ideas.
Siembra cada día las semillas que te lleguen de dentro o de fuera. La semillas pueden ser palabras, caricias, belleza, acciones. Ellas son los gérmenes de más sabiduría, amor, arte y salud.
Cuida con mimo el territorio que está más allá de tu cuerpo, tu casa, tu barrio, tu ciudad… el planeta y el Universo.
Alejandro Jodorowsky

jueves, 23 de agosto de 2018

Sin importar todo lo bueno ...

 "Desafortunadamente, sin importar todo lo bueno que exista en nuestras vidas, si hay algo negativo que tenemos que enfrentar, esa es la única cosa en la cual decidimos enfocarnos.
Existe bien infinito a nuestro alrededor todo el tiempo.
La decisión de conectar con él siempre depende de nosotros."
Kabbalah Judia

jueves, 16 de agosto de 2018

Dos niñas de la mano ...

 Los milagros ocurren todos los días. No hay nada sobrenatural en la presencia de Dios en nuestras vidas.
Hace 2 noches venia caminando a casa muy tarde sumergido  en mis pensamientos (eso que hacemos los humanos). De repente un cántico me trajo a la realidad. Un simple cántico repetido una y otra vez: "Yo confío en Dios".
Veo delante de mí a una mujer trabajadora con bolsas en la mano. A unos pasos detrás de ella dos niñas cogidas de la mano que cantaban un simple cántico: YO CONFÍO EN DIOS. Esa maravilla de imagen me acompaño dos calles con su música y lleno mi alma de reconocimiento de la naturaleza de Dios, de la naturaleza humana e inocente y de ese cántico que mi alma repetía interiormente al ritmo de esas dos niñas. No pude dejar de pensar en otra niña de otros tiempos: María de Nazareth.
Su "Fiat" ("He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.") es el precursor de este YO CONFÍO EN DIOS que, en la fe, muchos niños, niñas, jóvenes  y adultos de diferentes religiones y espiritualidades vivimos a diario.
¿Por qué? Porque desde la sabiduría de un corazón humano, que retorna a la inocencia, es de donde sale la comprensión, en la certeza, de que Todo es Dios y Estamos en Dios.
YO CONFÍO EN DIOS.
Gracias María, en el día de tu Asunción, por tu acogida del misterio y hacer de lo sobrenatural parte de la naturaleza de la vida.
¡Gracias MAMÁ!

lunes, 2 de julio de 2018

¿Somos prescindibles o imprescindibles?

En la vida somos imprescindibles y prescindibles a la vez.
Esta es una verdad en la que debemos educar a nuestro Ego "negativo" para que se convierta en el servidor de nuestro SER, sino caeremos en ser "su" esclavo.
En esta vida hay situaciones que son nuestra responsabilidad realizar o cambiar, por medio de una acción o una palabra dicha, ya que es parte de aquellas cosas que hemos traído en nuestro SER, que se nos han dado para ser compartidas y que es de nuestra competencia aprender para nuestra evolución.
Nuestra Misión y auto-responsabilidad con nuestra propia vida y existencia.
En ese sentido somos imprescindibles ya que nadie puede hacerlo por nosotros.

Pero también somos prescindibles.

Lo importante no es que esas palabras se digan o esas acciones se realicen ya que si nosotros no lo hacemos, lo harán otros o no se harán jamas.
El Universo se auto-regula constantemente para mantener su orden.
No es la acción o la palabra dicha lo importante.  Lo importante es que crezca interiormente en nuestro SER nuestro compromiso y deseo de hacerlo y arriesgarnos a llevarlas a cabo. Ese es la verdadera finalidad: nuestro crecimiento y aprendizaje evolutivo.
Vencer aquello que nos frena a decir, o llevar a la acción, lo necesario para modificar nuestro entorno, y aprender de aquello que realizamos, es la verdadera finalidad que espera de nosotrxs el Universo.
No entablar esta lucha de superación interna, y llevarla a la práctica, solo hará que cada día, y con cada decisión tomada en sentido contrario, nuestras capacidades y habilidades se vayan deteniendo, deteriorando y que avance cada día el miedo, la indecisión y la inseguridad personal.
Nos convertimos así, de a poco y a cada segundo, en víctimas de una vida que vivimos antes de ser los protagonistas de la VIDA que merece la pena vivirse.